Nissan Patrol SD33, un barco con ruedas
Posiblemente uno de los vehículos con más fama de duro e irrompible es el Nissan Patrol SD33, cuyo motor está directamente heredado de los barcos de pesca japoneses.
Y lo cierto, es que los que hemos tenido la oportunidad de disfrutar de uno de estos vehículos podemos dar fe que están más cerca de la maquinaria agrícola, o de pesca, que de un turismo. Se trata de propulsores de seis cilindros, 3.300 centímetros cúbicos, que se comercializaron en versiones con y sin turbo, de 95 y 115 CV respectivamente, y que se caracterizaban por ser prácticamente indestructibles y tener unos bajos realmente impresionantes.
El motor entraba en vueltas enseguida, eso sí, cuando buscábamos algo más de potencia en la zona alta de revoluciones, pues ya no quedaba nada, ya la había dado prácticamente toda, sobre todo en la versión atmosférica, por el contrario, el modelo turbo sí tenía algo más de alegría cuando apretábamos el acelerador.
El Nissan Patrol SD33 era la opción ideal para el campo, al contar con un esquema clásico de ejes rígidos, largueros y travesaños, un motor con muchos bajos y una gran fiabilidad en su conjunto, eso sí, tenía una pega, el sistema eléctrico funcionaba a 24 voltios, para lo cual llevaban dos baterías, una a cada lado del capó. Este sistema de 24 voltios exigía un tratamiento especial a la hora de conectar accesorios eléctricos, y, por regla general daban problemas, por lo que muchos usuarios recurrieron a cambiar el sistema eléctrico por uno de 12 voltios.