Land Rover Journey of Discovery: de Uzbekistán a la frontera China
Cada semana ofrecemos un pequeño resumen de la expedición de 12.800 km Land Rover Journey of Discovery, desde Birmingham a Pekín, que trata de recaudar un millón de libras para colaborar con la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Tras dejar atrás una frontera nada fácil de traspasar, Journey of Discovery logró llegar a Uzbekistán. Con el Climatizador bizona activado a la máxima temperatura y la calefacción de asientos y el volante encendida, el equipo de Journey of Discovery se mantuvo a salvo del frío durante todo el trayecto. Los Discovery están bien equipados para recorrer largas distancias entre repostaje y repostaje, pero prefirieron ir preparados con algunos bidones extra de combustible en esta etapa. Bien surtidos de combustible, la expedición inició el camino hacia el mar de Aral, un gigantesco fondo marino creado 50 años atrás. Barcos herrumbrosos abandonados tiempo atrás dejaban descansar sus cascos en la seca arena.
La exquisita arquitectura islámica y las vistas panorámicas del desierto convivieron durante todo el trayecto hacia el Uzbekistán central para disfrutar de las rutas más famosas. Khiva, una de las mayores ciudades asiáticas, nos desveló un magníficamente conservado laberinto de mezquitas, palacios y bazares decorados con los maravillosos azulejos típicos de la zona.
Desde Khiva, y tras más de 10.000 kilómetros recorridos, Journey of Discovery alcanzó una de las rutas más famosas del mundo: la Silk Road que se transforma, en sus 150 Km, de una carretera recién pavimentada a un complicado sendero poblado por hondos baches y pronunciados montículos de arena; terrenos que, en cualquier caso, fueron superados apenas sin esfuerzo gracias a la versatilidad de los Discovery en el camino hacia Bukhara.
Tras abandonar Bukhara, la Journey of Discovery emprendió ruta hacia la tercera impresionante ciudad que la expedición iba a visitar en pocos días: Samarcanda. Fue un punto de inflexión en el camino, con una temperatura en constante ascenso y un terreno cambiante. Después de esto, la autopista de dos carriles hacia Tashkent supuso un agradable cambio. Tras dejar atrás la jungla urbana de Tashkent, el equipo afrontó una desafiante ruta a través de tres países diferentes siguiendo el remoto lago de Issyk-Kul. La gran capacidad de los Land Rover Discovery dieron el juego perfecto, poniendo a disposición de los conductores el sistema Terrain Response para bajar las revoluciones y adaptarse perfectamente al suelo del Parque nacional de Ala-Archa, un desfiladero abrupto y nevado que apenas 23 años atrás era sólo accesible para la élite soviética. Tras Bishkek, el camino continuó hacia el Lago Issyk Kul, una auténtica reserva de la biosfera en la que está ubicado el gran sanatorio de Aurora.
Fue en Moscú donde The Journey of Discovery supo que la ruta a través de las montañas de Tian Shan había quedado inhabilitada por una gran avalancha, si bien el paso pudo ser despejado con rapidez y los Discovery llegaron finalmente a la frontera. Muchos vehículos aparecían desguazados a ambos lados de la carretera pero los avances tecnológicos de los Land Rover Discovery se superaron a sí mismos y, finalmente, tras atravesar 13 países desde que salieron de Birmingham, lograron traspasar la última frontera.
Ahora sólo queda el reto de cruzar toda China a tiempo de llegar a Pekín en el día previsto…