Historia del Citroën AX
Pensado para sustituir al Citroën Visa y a todo un mito como el Citroën 2CV, el AX cumplió con creces sus objetivos, con más de 2.400.000 vehículos producidos.
Estética rompedora, aerodinámica y bajo peso para reducir al máximo el consumo, motores innovadores, habitáculo optimizado, bajos costes de mantenimiento… este pliego de condiciones, que podría firmar cualquier modelo actual, corresponde al Citroën AX, lanzado comercialmente hace 30 años. Además de sus prestaciones y su éxito comercial, este modelo destacó por una campaña de lanzamiento “Genial”, que ha quedado en la memoria colectiva, por sus versiones deportivas y por contribuir a la apertura de China a Occidente con la “Operación Dragón”, en 1988.
El Citroën AX fue fruto de la crisis del petróleo de 1979. El precio del barril de crudo se encareció un 270% en tan sólo dos años. En este contexto, era necesario reflexionar sobre el futuro de la movilidad y ofrecer soluciones que redujeran al mínimo el consumo de combustible. Lxs ingenierxs de Citroën, con el respaldo del gobierno francés, se pusieron manos a la obra. Se estudiaron todos los factores que podían contribuir a gastar menos, manteniendo las mismas prestaciones o, incluso, mejorándolas. Del peso a la aerodinámica, pasando por el rendimiento de los motores, no se dejó ningún cabo suelto.
Fruto de estos años de investigación, el Citroën AX se desveló ante el gran público en el Salón de París de 1986. La marca apostaba por una estética rompedora, una aerodinámica récord, con un Cx de 0,31, y pesos de entre 640 Kg y 695 Kg para conquistar el segmento de los turismos urbanos. Como reto añadido, debía remplazar a un modelo icónico: el 2 CV.
La optimización del espacio interior, con un maletero de 273 litros pese a sus dimensiones compactas, un confort en los mejores niveles de la marca y los bajos costes de mantenimiento eran otras de sus grandes bazas. En el Citroën AX, todo era nuevo: desde los bajos del vehículo a los motores, con el estreno de las mecánicas de gasolina TU de 4 cilindros, que marcaron época por su fiabilidad y prestaciones. La vocación innovadora de este modelo y su obsesión por lograr consumos mínimos le llevaron a ser pionero en el desarrollo del vehículo eléctrico, con la comercialización de versiones con batería de níquel-cadmio en 1993.
Esta apuesta por la innovación técnica y estética conquistó de lleno al gran público. Entre 1986 y 1998, se fabricaron 2.425.138 unidades del AX, que también fue un vehículo “Made in Spain”, con 812.951 vehículos fabricados en Vigo, un tercio de la producción total.
En España, el Citroën AX fue un éxito de tal calibre que, entre 1986 y 1988, hizo aumentar la cuota de mercado en más de dos puntos. Además, fue elegido “Coche del Año” en 1988. Unos logros que dejaron abierto el camino para que Citroën liderase las matriculaciones durante varios ejercicios en la década de 2000.