Guadalquivir Classic Rally 2017, una cita con la aventura

La localidad gaditana de El Puerto de Santa María acogió el pasado sábado la etapa final, así como la entrega de premios a los primeros clasificados, del Guadalquivir Classic Rally, que en su edición 2017 se ha caracterizado por un recorrido duro, selectivo y exigente, que puso en aprietos a más de un participante, en especial en las etapas centrales del rally, cuando la lluvia hizo acto de presencia y el polvo y las pistas rotas y duras de los primeros días dieron paso a un barro infernal que puso en verdaderos aprietos a hombres y a máquinas.

Las actividades, como viene siendo habitual en este rally con sabor andaluz que se desarrolla entre las localidades de: Jaén, Almería, Granada, Córdoba, Sevilla y Cádiz, tuvieron su inicio en la localidad jiennense de Peal de Becerro, en la plaza Félix Rodríguez de la Fuente, donde comenzaron a llegar los participantes el domingo día 15 de octubre desde diversos puntos de la geografía española, y donde tendría lugar, una vez efectuadas las verificaciones y el preceptivo briefing de bienvenida, la etapa prólogo, donde los equipos tendrían la oportunidad de familiarizarse con la mecánica del Rally, muy especialmente con el uso del road-book que los acompañaría durante el resto de la prueba.

Guadalquivir Classic Rally
La etapa prólogo estuvo marcada por las pistas rotas y polvorientas.

El Guadalquivir Classic Rally es una prueba de regularidad y orientación con libro de ruta organizada por Teknisport Motor, empresa con una gran experiencia en todo lo relativo a la organización de viajes de aventura y en la que participan vehículos todoterreno, turismos y motocicletas, con más de 25 años, que tienen que completar un recorrido duro y exigente que combina tramos de enlace por asfalto con pistas, carriles y caminos.

Guadalquivir Classic Rally
En esta prueba participan todo tipo de vehículos con más de 25 años.

Al día siguiente comenzaba en Peal de Becerro la primera de las pruebas de regularidad, que llevaría a los participantes, por caminos polvorientos entre olivos, hasta la localidad granadina de Guadix, etapa de transición que a la postre se caracterizaría por la ausencia de incidentes, y en la que los participantes comenzarían a tomar el pulso a la competición.

Guadalquivir Classic Rally
Equipos en espera de tomar la salida de la etapa.

La segunda etapa se desarrollaría por zonas de montaña entre Guadix y Baza, teniendo como punto de llegada un paraje tan espectacular como es el que rodea al observatorio de Calar Alto, en la almeriense Sierra de Filabres y a más de 2.000 metros de altitud.

Guadalquivir Classic Rally
Espectacular vista de los vehículos junto al observatorio de Calar Alto (Almería).

La salida de esta etapa estaba situada en una rambla, o cauce seco de río, donde algunos participantes descubrirían rápidamente que los errores en una prueba de estas características se pagan, y tras despistarse en un cruce se metían de lleno en una zona de piedras y arena blanda, donde quedaban atrapados y necesitaban ayudarse entre ellos para salir del atasco, comenzando de esta manera el espíritu solidario entre los participantes, principal objetivo del Guadalquivir Classic Rally.  

Guadalquivir Classic Rally
La arena de una rambla puso en serios aprietos a más de un participante.

Pero lo peor estaba por llegar, y en la tercera etapa, que unía Baza con Peal de Becerro, una borrasca que barrió Andalucía de Oeste a Este dejó abundantes lluvias en toda la zona Oriental andaluza, convirtiendo los caminos en verdaderos lodazales, dando paso el polvo a un barro que a la postre terminaría por atrapar a un buen número de equipos que uno tras otro fueron quedando atascados por el recorrido.

Guadalquivir Classic Rally
La segunda parte del Rally se caracterizó por la presencia del barro y el agua.

En muy poco tiempo el recorrido del rally se convirtió en un impresionante barrizal, obligando a la organización a centrarse en rescatar los vehículos en situación más delicada, como era el caso del equipo Francés que a los mandos de un Renault 4 con tracción a las cuatro ruedas «Sinpar» sufría una grave avería en lo alto de una sierra que los dejaba sin tracción 4×4 y con una rueda a punto de salirse por una rotura en la transmisión trasera.

Guadalquivir Classic Rally
El Renault 4 del vehículo Francés tenía que evolucionar averiado por un terreno roto y completamente embarrado.

En la parte más difícil del recorrido la organización dispuso dos vehículos especialmente preparados para el rescate, un Land Rover Defender, y un Toyota Land Cruiser, que tuvieron que «escoltar» al veterano vehículo por unos caminos impracticables, con un barro que «embotaba» las ruedas y una lluvia que hacía acto de presencia de forma intermitente complicando las tareas de rescate.

Guadalquivir Classic Rally
Los dos vehículos de la organización intentando rescatar el Renault 4.

Incluso uno de los vehículos de organización caía en una zanja, muy cerca de una impresionante caída, y tenía que ser rescatado por el otro 4×4 de apoyo mediante el winch eléctrico en una operación delicada por la proximidad del barranco,

Guadalquivir Classic Rally
En algunos puntos el barro acumulado hacía que los vehículos se desplazasen hacia el lateral del camino.

Era tal la dificultad que presentaba el recorrido, que la organización suspendía todos los actos programados para el día para poderse centrar en las tareas de rescate. 

Guadalquivir Classic Rally
El equipo de organización acompañó en todo momento al equipo francés que se empleaba a fondo para avanzar metro a metro.

Al día siguiente dejaba de llover y mejoraba considerablemente el tiempo, aunque eso sí, los caminos que unían las localidades de Peal de Becerro y Baza, por donde se desarrollaba la cuarta etapa, continuaban embarrados, y los vehículos volvían a encontrarse con dificultades para superar algunas zonas.

Guadalquivir Classic Rally
El equipo gallego, a los mandos de un Seat 131, se mostró muy activo y solidario durante todo el rally.

La ventaja en este caso es que el recorrido era en su práctica totalidad en llano, sin barrancos ni precipicios, por lo que las labores de rescate eran mucho más fáciles y menos peligrosas que las del día anterior.

Guadalquivir Classic Rally
La solidaridad entre los participantes fue la tónica general en el Rally.

En esta jornada los participantes tuvieron la oportunidad de disfrutar de la conducción de sus vehículos en barro, sobre todo los que disponían de tracción a las cuatro ruedas, aunque eso sí, alguno volvió a necesitar ayuda de los demás equipos que nuevamente acudieron al rescate de sus compañeros atrapados.

Guadalquivir Classic Rally
Participantes esperando en un control de paso obligatorio.

Las dos últimas etapas del Rally, ya con un terreno más seco aunque con alguna trampa de barro, unieron las localidades de Córdoba, Sevilla y Puerto de Santa María, siendo ésta última la encargada de albergar la meta del Rally, en un escenario ideal para finalizar una prueba de estas características.

Guadalquivir Classic Rally
Participantes en el Rally en la meta situada en el Puerto de Santa María.

En resumen la edición 2017 del Guadalquivir Classic Rally ha vuelto a superar las expectativas de los vehículos inscritos, que han tenido la oportunidad de vivir una inolvidable experiencia que les ha llevado a cruzar buena parte de Andalucía en un recorrido en el que han encontrado un poco de todo; desde pistas rotas y polvorientas, hasta impactantes lodazales donde sus vehículos literalmente eran engullidos por el barro, descubriendo desde el primer día que la única manera de hacer frente a una prueba de estas características es la ayuda y solidaridad entre todos los participantes.

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La entrega de premios del Rally tuvo lugar en un barco en el Puerto de Santa María.

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